Cáncer de intestino delgado

miércoles, 5 de marzo de 2008

Intestino delgado

En general, los tumores del intestino delgado no son malignos. Los tumores cancerosos menos frecuentes son los carcinomas, los linfomas y los tumores carcinoides.

Tumores no cancerosos

Los tumores no cancerosos del intestino delgado incluyen los tumores anormales de las células grasas (lipomas), de las células nerviosas (neurofibromas), de las células del tejido conectivo (fibromas) y de las células musculares (leiomiomas). La mayoría de los tumores benignos no produce síntomas. Sin embargo, los más grandes pueden provocar la presencia de sangre en las heces, una obstrucción intestinal parcial o completa o una estrangulación intestinal si un segmento de intestino se introduce en la zona que lo precede (un trastorno conocido como intususcepción).

Cuando los síntomas parecen indicar la presencia de un tumor al comienzo o al final del intestino delgado, el médico puede utilizar un endoscopio (tubo flexible de visualización) para ver el tumor y obtener una muestra para su examen al microscopio. La radiografía con papilla de bario puede mostrar la totalidad del intestino delgado y puede poner de manifiesto el tumor. Se puede realizar una arteriografía (una radiografía que se practica después de inyectar una sustancia de contraste en una arteria) en una arteria del intestino, especialmente si el tumor está perdiendo sangre. De forma similar, se puede inyectar tecnecio radiactivo en la arteria y observar mediante una gammagrafía cómo se escapa al interior del intestino; este procedimiento ayuda a localizar el lugar donde el tumor está sangrando. La hemorragia se puede detener quirúrgicamente.


Los pequeños tumores pueden ser destruidos con el endoscopio por electrocauterización, obliteración por calor o fototerapia con láser. Para tumores mayores, suele ser necesaria la cirugía.

Tumores cancerosos

El cáncer del intestino delgado es poco frecuente. Sin embargo, las personas con enfermedad de Crohn del intestino delgado son más propensas que otras a desarrollarlo. El linfoma, un cáncer que aparece en el sistema linfático, se puede desarrollar en la porción media del intestino delgado (yeyuno) o en la porción baja (íleon). El linfoma puede ocasionar el alargamiento o la rigidez de un segmento intestinal. Este cáncer es más frecuente en personas con la enfermedad celíaca. El intestino delgado, particularmente el íleon, es el segundo sitio de localización más frecuente (después del apéndice) de los tumores carcinoides.

Los tumores pueden producir obstrucción y hemorragia intestinal, lo cual puede causar la aparición de sangre en las heces, retortijones dolorosos, distensión abdominal y vómitos. Los tumores carcinoides pueden secretar hormonas que causan diarrea y enrojecimiento de la piel.

El diagnóstico de cáncer del intestino delgado se establece mediante radiografía con papilla de bario, endoscopia o exploración quirúrgica. El mejor tratamiento es la extirpación quirúrgica del tumor.

2005

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